El amor… puede ser fácil y difícil,
rápido y lento, feliz y triste, completo y vacío, pero si hay algo seguro, es
que el amor es la fuerza que mueve el mundo.
Todos sentimos el amor en las
personas que nos rodean, la familia (que nos viene dada) y aquellas que
decidimos amar, amigos, pareja, hijos,… el amor está en aquellas cosas que
hacemos, en nuestros hobbies, pintar, pasear… está en la naturaleza y los
animales, en aquello en lo que nos
desarrollamos profesionalmente por vocación, amar el trabajo… y por supuesto el amor a nosotros mismos.
Pero da la impresión, que en
muchas ocasiones el amor a nosotros mismos se olvida, y es precisamente el que
siempre debe mantenerse, puesto que es el que de forma individual nos mueve.
Nos mueve desde que nos despertamos cada día, nos da la fuerza, nos enseña quiénes
somos y qué queremos realmente, y nos
guía.
Cuando no nos queremos a nosotros
mismos, desperdiciamos mucho tiempo junto a personas que no saben amarnos, en
trabajos que no nos llenan y nos hacen sentir infeliz y poco valorado, haciendo
cosas por costumbre que carecen de la mínima emoción, etc, y en ésta dinámica lo
único que se consigue es tristeza, apatía y dolor.
Cualquier día es bueno para
empezar a quererte, para empezar a valorarte, y para empezar a escuchar tu yo interior, no es algo fácil, ni llega en
un día, es una decisión, la de creer en ti mismo, y si crees en ti mismo lo que
pase a tu alrededor perderá importancia.
Todo “falla” en esta vida, (el
tiempo) tus esperadas vacaciones coinciden con una borrasca horrible, (transporte)
el autobús se retrasa y te hace llegar tarde a una cita importante, (amistades)
tu amigo deja de serlo de un día para otro, (trabajo) tu empresa cierra cuando
menos te lo esperas,(amor) tu pareja decide un día que no te quiere, etc., pero
tú jamás debes fallarte a ti mismo ni a tus principios, porque será cuando te
encuentres perdido.
Y la realidad de muchas personas
hoy día es esa, no hacen por conocerse, y no saben valorarse, se fallan a sí mismos
porque son incapaces de escuchar su interior y de quererse, y de esta forma,
jamás podrán amar nada.
Nos ha tocado vivir aquí y ahora,
en una sociedad con estándares, manipulación y muchas personas observándonos y
comentándonos, puedes estar más de acuerdo o no, te gustará más o menos, pero tu
felicidad sólo depende de ti. Tú decides en quien te quieres convertir, y que
quieres conseguir, y nadie más que tu amor propio para conseguirlo.
Si lo consigues, todo lo demás
llegará sólo.
“El amor es la cura
milagrosa para todo mal. Amarse a uno mismo ¡hace milagros! Amarnos significa
sentir un gran respeto por nosotros mismos y quiénes somos. Louise L. Hay"
Sabia mujer, sabias son tus palabras...
ResponderEliminarMuchas gracias... aunque son palabras mayores!
ResponderEliminarQue no se pierda por el camino.
ResponderEliminarQue no se acabe antes de tiempo, si llega el momento.
¡Amor!
Que no me rompa porque sea débil.
Que no me desvanezca como la nada.
Que jamás olvide lo que fui, soy y seguiré siendo.
Que nunca se me borren los recuerdos.
Mejores momentos, otros menos buenos.
Que prevalezca mi memoria cálida.
Que no me controle el egoísmo, la desilusión, la desidia, el abandono, ni ninguna de las maldades del descuido...
Y será entonces, cuando merezcas la pena!
Maravilloso, muchas gracias por compartirlo conmigo!
ResponderEliminar