Tropezar y levantarse; y es que a esta vida le encanta ponernos
obstáculos en nuestro camino, éstos son de todas formas y colores, tienen
muchos nombres, y están en todos los ámbitos de nuestra vida, y no nos queda
otra que aceptarlos como parte del juego, y es que si caes, es porque caminas,
y al caminar estás avanzando, aprendiendo y lo más importante, luchando para
alcanzar tus metas y para ser lo que realmente quieres ser.
Prefiero tener marcas, porque cuando
consiga mi objetivo, ellas me recordaran lo que luché por conseguirlo, ellas me
dieron lecciones y mi advirtieron cuando lo que decidía no era lo realmente
correcto, me guiaban en la otra dirección, en ocasiones fueron tan grandes los
obstáculos que realmente dudé de mi, pensé que no sería capaz de levantar, pero
lo hice, y es que mientras más corazón y compromiso ponía en mis pasos, más
dolía la caída, pero aprendí que mi seguridad era cada vez mayor, y que mi
pasión y amor por lo que quería ser aumentaba cada vez más, y esa era mi mayor
fuerza.
En la vida, alcanzar lo realmente
importante o aquello que de verdad se ansia requiere de grandes esfuerzos y
amor, como trabajar duro por aprender y ser bueno para conseguir el puesto que
realmente anhelas tener, o cuidar de todas las personas que te rodean, ya que serán
los testigos de todos tus éxitos, los que lloren tus penas y sonrían con tus
logros, y así la sensación de satisfacción será mucho mayor.
No podemos caer en la tristeza
porque lo que tenemos no nos llena, porque no somos felices en el trabajo, hay
que saber que es un paso necesario, un escalón básico para poder subir al
siguiente, porque no andamos sobre plano, siempre vamos subiendo, a pesar de no
ser consciente, todo aquello que día a día hacemos con corazón nos va ayudando
a avanzar en nuestro desarrollo personal y profesional. Pero hay que empezar desde abajo.
Y cuando vengan las tempestades y
el ataque de los enemigos, los enfrentaremos con fuerza y seguridad, sabiendo
lo que valemos y de lo que somos capaces, que es muchísimo. No malgastes tus
fuerzas actuando como aquellos que te quieren dañar, porque tus actos a diferencia de los de ellos, deben
nacer del corazón.
“Hay en el mundo un lenguaje que todos comprenden: es el lenguaje del
entusiasmo, de las cosas hechas con amor y con voluntad, en busca de aquello
que se desea o en lo que se cree”. Paulo Coelho
Enhorabuena por tus palabras. Gran sabiduría la tuya.
ResponderEliminar