No sigas esperando tu oportunidad, simplemente créala.

miércoles, 4 de abril de 2012

El despido como oportunidad


Es realmente desagradable el momento en que tu empresa te comunica algo así, y es inevitable sentirse frustrado, inseguro e incluso dolido.

Muchas personas pasan por esto a diario, y más hoy día, y es un momento muy delicado. Pero no voy a hablar de la lógica preocupación económica, prefiero hablar de aquello que realmente está a nuestro alcance, y de aquello de lo que realmente sí somos dueños y es de nuestra actitud ante este tipo de situaciones.

Al despido lo acompañan muchas incertidumbres, te planteas tu valía personal y profesional, y dudas mucho de ambas, el trabajo ocupa la mayor parte de nuestro tiempo, y es ahí donde se basan nuestras principales relaciones personales. Y por supuesto, no se pueden obviar los miedos sociales como el qué dirán, o qué pensarán de mí…etc.

Pero cuando se pasa este tiempo, y consigues superar el shock y el pánico, debes entrar en calma, recapacitar y hacerte esta pregunta, ¿realmente era feliz en mi puesto de trabajo?,  ¿suponía éste un reto para mí?, ¿me hacía desarrollarme profesionalmente? Y creo que en muchos, muchos de los casos, la respuesta a esta pregunta es NO.

Entonces, como el pánico y miedo ya están superados, debes pensar,  y plantearte la posibilidad de que simplemente estabas atado a un trabajo por la comodidad y visible estabilidad que te daba el tener una ocupación semanal, tener unas relaciones sociales y por supuesto, un sueldo mensual.

Y es entonces cuando hay que actuar, no malgastes tu tiempo lamentándote, y muy importante, no tengas miedo de lo que piensen los demás, acepta la situación que te viene como el momento para cambiar, sé tú el dueño de la situación y no al contrario.

He fallado una y otra vez en mi vida, por eso he conseguido el éxito. Michael Jordan.

Debes empezar a ver el despido como la oportunidad para seguir avanzando en dirección al propósito que te marcaste tiempo atrás y que abandonaste, o terminar esos estudios que una vez empezaste pero nunca acabaste, o hacer ese cambio en tu vida que te pedía el cuerpo hace mucho, pero nunca hiciste por no encontrar el momento.

Y cuando hagas todo esto, después de haber caído, después de haber sentido miedo y haber dudado de ti, te acompañará la madurez y la determinación, y lo más probable es, que aunque vuelvas a caer, finalices todo lo que te has propuesto con éxito, y será entonces, cuando agradezcas enormemente a tu jefe el día en que te dio la carta de despido.

El éxito es aprender de ir de fracaso en fracaso sin desesperarse. Winston Churchill.

1 comentario:

  1. Hay gente esclava del "con el orgullo no se come" y se bajan los pantalones.
    Hay gente adicta a ver hoy lo que van a necesitar mañana y no disfrutaron el ayer.
    Hay gente que acepta que su única función en la vida es postrarse ante un "superior".
    Hay gente que duerme tranquila mientras les enseña a sus crías que hay que aceptar las cosas como son, como han sido siempre y siempre serán.
    Pero sólo es eso.
    Gente...
    ¡Jodida gente!

    A mi no me despidieron, tuve la oportunidad de elegir marcharme, porque soy una inconformista. Bendita virtud :)

    ResponderEliminar